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domingo

Out of space!

Bueno este es un post que escribí en un WordPad hace unos días, porque estaba aburrido y quería ver que salía, así me comía un toque el viaje y escribía sobre una caminata que hice por la urbe. Medio cualquiera, pero bueno, ya que lo acabo de ver ahí guardadito lo hago post. A veces me pinta la de caminar por ahí, y como no sabía que escribir, lo hice sobre ello.
Y una foto sobre el querido Don Francisco :')


La noche me encontró en mi habitación, sumido en mis pensamientos y anhelos más profundos. Decidí salir a caminar; Un poco de aire fresco limpiaría mi mente, siempre lo hacía. Errar sin rumbo, ese era el objetivo, ese es el objetivo. La noche era muy fría. Las veredas y calles, silenciosas, parecían ser perfectos complices circunstanciales. Encendí un cigarrilo y emprendí la caminata sin rumbo.
Mi mente devoraba y devolvía a la vida nombres, recuerdos, risas, dolores. A medida que caminaba, todo esto parecía desvanecerse, las calles, las veredas, los objetos, los árboles, las estrellas, la luna, tomaban otro significado, más allá de su significado vulgar. Observar detalles que uno usualmente no acostumbra en siquiera atinar ver. Pareciese como si la ciudad estaría llena de pistas, llena de acertijos, en búsqueda de una respuesta inexistente a una pregunta inexistente. Tiré el cigarrillo. Sentía la necesidad de encontrar un lugar satisfactorio para sentarme. No por cansancio, ni siquiera por miedo. Pronto encontré un buen cantero de una casa que parecía invitarme a permanecer allí, bajo su seguridad. Acepté su invitación. Mi mente volvía a caer sobre mí, como esperaba, ya que la vorágine de imágenes que representaba la caminata se detuvo. En un primer momento pensé en la familia que habitaba la vivienda. El aspecto de esta casa era el de una familia tipo, con sus pequeñas felicidades y sus disgustos, aunque mi lado perverso me daba la opción de estar ante una casa tenebrosa, llena de terribles secretos que nunca transpasarán sus muros. Y yo, un visitante de turno, jamás sabría. Igual, la primera impresión siempre era la que valía, claramente. Pero esa es la gracia. Miré el cielo. La luna, majestuosa, estrechaba sus halos hacia mi cara e intentaba adormecerme. Las estrellas, puntos tan alejados en el infinito, no hacían más que demostrarme la belleza del Universo. La necesidad de pararme, finalmente se hizo presente.
Miré el cartel de la esquina, asombrado. No recordaba cuanto había caminado, ni el camino recorrido, ni el tiempo transcurrido.
Empecé a sentir frío nuevamente y prendí otro cigarrillo.
Mis pensamientos me atraparon nuevamente. Recordaba cuan satisfactorio es satisfacer nuestros placeres. Sean cuales sean. Imaginé miles de situaciones en las que podría estar involucrado, posibles o no, pero embriagantes de placer. Frecuentemente se me escapaban las risas, y reía aún más imaginando si alguien en algunos de esos instantes me hubiese oído, que hubiese pensado. Siempre me interesé por imaginar que piensa la gente. Pensar que uno tiene una vida que desarrolla según su parecer, y a la vez, otro ser humano también tiene su vida, con el mismo panorama visual (Quiero creer), pero se haya en otro lugar, inmerso en otra realidad, otra coyuntura, con pensamientos diametralmente opuestos o no, algo intrigante.
Seguí caminando, sin el menor cansancio, vagando por las calles desoladas. Mis piernas elegían la ruta al azar. Eran sus momentos de protagonismo, y no los desaprovechaban, nunca. Imaginé si sería posible que aquella peculiar caminata ya habría sido trazada y destinada para mí. Me parecía difícil, pero no por ello lo descartaba. Cuando uno cree saber algo, otra perspectiva llega para refutarla. Mis sueños eran representados en mi mente, los de la infancia hasta los actuales. Pero pronto abandoné aquella iniciativa, ultimamente lo hacía, o mejor dicho, hacía bastante que lo hacía. No era tiempo de sueños quizás...
Aquellas calles guardarían nuestro secreto y no lo revelarían. Me sentía cómodo con aquella idea.
Un secreto puede ser el mejor de los aliados, como el peor..
Tengo que volver a ser yo, pensé. Cuanto más.. Pero todo es tan simple y complicado a la vez.
Cientos de tramas se aglomeraban en mi mente, esperando ser abiertas y desarrolladas. Hubo tiempo para algunas, pero no hubo tiempo para todas, el regreso se acercaba, supuse. Y así fue. Regresaba, ya con aquel pensamiento eludido tratando de imponerse. Será tal vez que es así, hay cosas que uno no puede esquivar porque ya de por sí tienen su fuerza propia...
Le di play al MP3 y volví, con mi música, conmigo, siendo yo o no..


Rcmd:
Testify - Peter Tosh
Cissy strut - The Meters
Africain à Paris - Tiken Jah Fakoly
Up to me - Jethro Tull

Don Francisco oooh (?)