lunes

Contaba un viejo, a la sombra de la suya:

De la tierra emanará la sangre,
de la sangre, la valentía.
Y la cobardía no tendrá lugar.
El mundo será un mundo de valientes,
en el que el más fuerte, no lo será,

ya que la valentía no se tratará de fuerza física,

sino emocional.

Ya no habrá pobreza,

porque pobres corazones, no nacerán.

La belleza interior se abrirá paso,

y ya nadie la podrá ignorar.
Al aniquilar las barreras,

ya no habrá impedimentos,

todos podremos ser todos,

y todos podremos ser, cada uno.

Luego se paró, balbuceó y rió, porque bien sabía algo:
Que chamuyos como éste, hay miles.